Para nadie es un secreto que, en el mundo de hoy, la privacidad ha perdido su significado primigenio. Cada segundo, millones de personas comparten en el espacio digital, un poco o mucho de ellas mismas. Pero, ¿qué pasaría si uno pudiera monetizar su propia intimidad?

Quizás la respuesta a esa pregunta sea Only Fans, una plataforma en línea – creada en el 2016 por Tim Stokely – que permite a cualquier persona mayor de 18 años convertirse en un creador de contenido (inclusive de material erótico y sexual) y fijar una cuota mensual – entre 5 a 50 dólares – para la suscripción de sus seguidores (fans). Ellos pagan por acceder a los videos, fotos y transmisiones en vivo de la persona a la que siguen.

Tim Stokely, creador de onlyfans/foto: © Handout

Incluso, por propinas extras, pueden chatear con estas figuras que han logrado construir una comunidad de seguidores. Y también pueden hacer peticiones personalizadas. La plataforma, eso sí, se queda con el 20% de la recaudación.

Negocio exitoso

A raíz de la pandemia, el consumo de material sexual aumentó y las suscripciones se dispararon en más de un 50%. A inicios de abril del 2020, Only Fans registraba 200 000 nuevos usuarios y 8 000 nuevos creadores de contenido cada 24 horas. Y en mayo, ya contaba con más de 30 millones de usuarios registrados.

Más allá de su fama relacionada con el ‘contenido para adultos’, esta plataforma es aprovechada por músicos, actores, influencers, profesores de yoga, entre otros ‘expertos’ que han construido una comunidad de seguidores en plataformas como Instagram o Twitter. Precisamente, en esas redes sociales promocionan su perfil de OnlyFans para ofrecer contenido exclusivo.

No cabe duda que este es un modelo de negocio exitoso para ambas partes, tanto para la plataforma como para sus productores de contenido: permite a sus suscriptores generar ingresos de acuerdo a su tiempo e intereses y la empresa obtiene ganancias sin pagar un solo dólar por ese contenido, una ventaja lucrativa en comparación con Netflix o Spotify, por ejemplo.

Los números confirman esta afirmación: en el 2020 la facturación de Only Fans alcanzó los 1 200 millones de dólares y, al día de hoy, su valor se calcula entre 810 millones y 936 millones de dólares. Nada mal para una empresa cuyos únicos costos son básicamente el sueldo de 350 colaboradores y la tarifa de alojamiento web.

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